Esto de hacerse mayor no trae casi que ninguna cuenta. Resulta que ya es momento de hacer testamento. Bueno, nosotros ya vamos tarde; sólo de pensarlo me da cosita, leches!.
Mi Santo y yo hemos viajado mucho sin nuestras hijas (si se puede, hay que mimar la pareja...): Londres, Berlín, Nueva York, Tokio, etc., etc., pero cuando lo hemos hemos siempre se han quedado nuestras infantas a buen recaudo con la familia: mis cuñadas, mis hermanas, las primas mayores..., y claro, te ibas con el corazón encogido, pero sabiendo que estarían bien cuidadas y casi con la seguridad de que nada les iba a pasar.
Pero llegamos a los 17 y 15 años de mis niñas: ya no se quieren quedar con nadie ni que ningún mayor se quede con ellas en casa mientras nosotros estamos fuera. Ya les gusta sentirse mayores y demostrar que son capaces y a mi me parece muy bien por ellas porque eso les hace más responsables y ayuda a cortar este maldito cordón umbilical que a veces me ahoga (y a ellas también, claro!).
Pues bien, llevamos dos fines de semana en los que los papis se van de viaje y las nenas se quedan solas en casa. El primero, ni os cuento..., qué mujer más pesada!!, cosa que me hace pensar y decidir que para que no sea tan durillo, que repitamos lo antes posible. Y así lo hemos hecho. Yo pensando que no iba a volver nunca más y que mis niñas se iban a quedar sin padres o que la casa iba a salir ardiendo, o que alguien iba a entrar a hacerles daño, o..., o...; pero lo hemos hecho. Mi Santo, más santo que nunca, con toda la paciencia del mundo dejándome hacer y animando siempre. En un mes las hemos dejado dos fines de semana (cortitos) solas. FENOMENAL!!!.
Y claro, las cosas pasan aunque no queramos, y por eso uno de estos días, pues a la Notaría que iremos a hacer testamento, como está mandado, porque mis padres murieron hace poco tiempo y nunca podré agradecerles lo suficiente lo bien que dejaron todo para que ninguno de sus hijos, somos 7, pudiera tener un solo motivo de queja. Una herencia ejemplar. Nunca me cansaré de decir lo orgullosa que estoy de ellos.
INGREDIENTES:
Un arenque (se compra en la zona de encurtidos del supermercado).
Aceite de oliva virgen
1 pimiento verde
1 pimiento rojo
2-3 cebolletas
1-2 tomates de ensalada
1-2 ajos
Pan asentado del día anterior
Vinagre de vino
PREPARACIÓN:
Los arenques son un tipo de pescado que engloba varias especies y que se curan con sal mediante un proceso muy interesante en los países bálticos. En España se suele hacer con las sardinas.
Abrimos el paquete donde viene el arenque y lo dejamos que respire unos minutos, tras lo cual quitamos la piel y las espinas y lo hacemos filetes pequeños. Los entramos en aceite de oliva virgen y dejamos al menos de 2 a tres horas macerando.
Hacemos un picadillo con los pimientos, las cebolletas y los tomates cortados muy pequeños. Los ponemos en un bol y aliñamos con sal, aceite (poca) y vinagre. Removemos y reservamos.
Cortamos el pan en rebanadas y las tostamos. Las vamos frotando con un diente de ajo pelado a medida que vayan saliendo de la tostadora u horno y las rellenamos con el picadillo.
Escurrimos el arenque del aceite y colocamos un trozo encima de cada tosta. Listo para comer!!!!
Una canción que llevo cantando desde los 13 años y que cada vez va tomando más sentido...., ay por dioooo....jajajajaja!!!
Pues si, amiga, yo tb me planteo hacer testamento...mi dulce y querido papaito lo dejo muy bien todo, como tus amados padres.
ResponderEliminarPues si, amiga, yo tb me planteo hacer testamento...mi dulce y querido papaito lo dejo muy bien todo, como tus amados padres.
ResponderEliminar