Tengo una amiga con la que charlo con cierta frecuencia. Una amiga que sabe mucho más que yo de cocina, de cómo escribir bien y de otras muchas cosas más de la vida.
Cuando decidí hacer un blog de cocina, mis artes culinarias y literarias no estaban a la altura de lo que objetivamente puede denominarse como sobresaliente. Si nos damos un paseo por la redes veremos que no todo el mundo tiene el nivel que debiera para hacer lo que hace y como lo hace. Ahora bien, yo entiendo que la intención y sobre todo el objetivo, debe determinar de forma rotunda nuestras posibilidades de dar a conocer, a quien lo desee, nuestros conocimientos. Es decir, no es lo mismo que yo quiera vivir de mi blog a que mi intención sea la de motivarme diariamente porque por circunstancias de la vida, cada día debo dar de comer a 3 personas que se merecen algo más que "sota, caballo y rey" en la mesa. Y claro, acompañar las recetas que hago en casa de un escrito diario en el que os cuento cosas totalmente intrascendentes, es un atrevimiento que confirma el dicho de que la ignorancia es osada.
Pues bien, esta amiga mía, ella sabe quién es, nunca o casi nunca me hace comentario alguno sobre las entradas del blog, y no solo aquí, que sé que muchos no tenéis tiempo, no os gusta, no sabéis o no os apetece; no, es en nuestras conversaciones personales, cuando estamos con más gente y ellos hablan del blog o cuando se hace la nueva con alguna de las historias que os cuento y yo sé de buena tinta que la ha leído.
Bueno, pues este hecho, lejos de molestarme, me hace mucha gracia. Sé que moriré (jajajaja!!) y no sabré el motivo. Y claro, aquí es donde entran mis múltiples elucubraciones, que bueno, tampoco son tantas, eh!, pero sí debo reconoceros que he perdido tiempo pensando en qué le pasará para no decirme "ni mijita" de algunas de mis recetas, que oye, no es por nada, pero están muy requetebuenas. Seguramente no le gustan, le parecen catetas, o son muy grasas, no?. Quizás no reúno los ingredientes como debiera, o cometo faltas de ortografía (ay señó!!). Bueno, tal vez sea que está muy ocupada y cuando le llega el whatsapp que os mando cuando hago una entrada, lo borra directamente...., o no, que los dos palitos azules de haberlo visto me aparecen en el móvil. Ay por dios, qué será?? jajajajaja!!!
Bueno, y mi conclusión no es otra que la de pensar en muchas ocasiones que la amistad engloba relaciones frívolas y efímeras que no siempre encajan con la idea que yo tengo sobre ese sentimiento. O simplemente no debemos llamar amistad a lo que es una mera relación "social". Sobre todo si ella no tiene confianza para decirme que la saque de la lista del whatsapp para que no le lleguen mis mensajes porque no le apetece ver mi blog y, por otra parte, la falta de confianza mía por no preguntarle que por qué no me dice nada de mis recetas, que si no le gusta o qué... Y si no hay confianza, puede existir una apariencia de amistad que estéticamente quede muy bien, pero al despedirnos, cuando decimos hasta mañana, damos la vuelta a la esquina sintiendo que no tenemos la necesidad de que así sea.
INGREDIENTES:
200 gramos de cola de salmón fresco
200 gramos de salmón ahumado
Mayonesa (4-5 cucharadas)
Pimienta blanca
Sal
1/2 puerro
1/2 cebolla
Perejil de bote
Ajo de bote
PREPARACIÓN:
Yo he usado mayonesa comprada. Podéis hacerla vosotros si queréis.
Hacemos el salmón fresco en papillot: En un trozo grande de papel albal ponemos en medio el salmón entero y lo cubrimos con el puerro y la cebolla en rodajas, espolvoreamos con perejil y ajo, hacemos un paquete completamente cerrado y al horno.
Yo, cada vez que uso el horno para hacer cualquier comida, suelo aprovecharlo haciendo algunas verduras o alguna cosa más. Es la fuente de energía más cara.
Dejamos en el horno a 180 grados unos 15 minutos. Sacamos, retiramos las verduras y desmenuzamos quitando su piel.
En el baso de la batidora ponemos el salmón fresco desmenuzado, el ahumado a trozos pequeños (escurriendo un poco el aceite que trae), salpimentamos (tened en cuenta que el salmón ahumado lleva sal) y añadimos poco a poco la mayonesa mientras vamos batiendo. Cuando quede una masa consistente, lo ponemos en un taper que cierre herméticamente y a la nevera al menos 4-5 horas.
Servir con pan de pueblo tostado.
Muyyy apropiado hoy...jajajajaja!!!
Hablamos de amistad hoy. Tantos tipos...Y no todxs interesantes, ni mucho menos apetecibles. Te entiendo bien.
ResponderEliminarTus recetas son estupendas. Sencillas y muy del día a día, de la comida que uno hace sin agobiarse. Y aún así, no son las de siempre, son originales y atrevidas. Te felicito, Feli. Y tus chascarrillos me encantan. Es como si te tuviera delante. Y como te veo poco por circunstancias de la vida, pues me encanta. Un beso guapa!.
Ay mi Paz, madre!!. Qué linda eres!!. También se aceptan críticas, ehhh. jajajajaja!!. Pronto una quedada, no?
EliminarAy mi Paz, madre!!. Qué linda eres!!. También se aceptan críticas, ehhh. jajajajaja!!. Pronto una quedada, no?
EliminarAy mi Paz, madre!!. Qué linda eres!!. También se aceptan críticas, ehhh. jajajajaja!!. Pronto una quedada, no?
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