martes, 19 de enero de 2016

PATE DE HIGADITOS DE POLLO



Tengo la gran suerte de ser persona inquieta y gustarme mucho conocer a gente nueva. Es curioso lo que cada uno podemos aportar si somos medianamente generosos, porque, ya os lo he dicho más veces, para mi, la esencia de la vida está en saber compartir con los demás: una comida, una cama, un jersey, unas lágrimas, unas cervezas, unas penas y muchas alegrías. 
Esta receta la he conseguido a través de una persona muy curiosa que un buen día dejó de vivir como se entendía que debía y empezó a hacerlo como ella quería. De profesora de lengua pasó a ser jardinera. Me da coraje que me haya llamado tanto la atención, porque debería ser lo normal, pero no es así. Nos ciega la ambición de tener más y no nos damos cuenta de que el tiempo pasa y mientras más dignamente y feliz lo hayas vivido, pues mucho mejor. A través de esta persona, ha llegado a mis manos un libro de cocina manuscrito con recetas de una familia que yo no conozco de nada, pero con la que coincidimos en muchos ingredientes y formas de preparar las comidas.
Hoy os pongo este receta que nos gustó mucho. A medida que vaya haciendo las demás, os lo iré poniendo. 

PREPARACION:

Un cuarto de higaditos de pollo
1 cucharada de mantequilla
Pimienta negra recién molida
Nuez moscada
Vino fino
Coñac
Sal
1 brick de nata para montar


Primero quitamos todas las impurezas de los higaditos y los sofreimos en la mantequilla. Si no os gusta, con aceite. Yo suelo usar siempre mejor el aceite que la mantequilla.
Añadimos un poco de sal, el vino fino y el coñac. En casa lo hemos hecho dos veces. Una vez me salió con mucho sabor a coñac y la otra flojito. Ya sé que la tercera vez me saldrá perfecto. Lo digo para que no seáis vagos y aprendáis a fuerza de saborear. No pone medidas en la receta, así que a ojo, oye...
Apartar del fuego y echar la pimienta y la nuez moscada. Batir todo con la batidora y rectificar de sal si hiciera falta. Si lo probáis ahora veréis que quedará un poco fuerte. Debe estar así para que esté en su punto justo cuando le añadamos la nata montada.
En un bol y con varillas manuales, montar la nata hasta que quede muy espesa. Añadir la nata al paté y damos vueltas lentamente para incorporar todos los ingredientes sin que la nata se baje.
Al frigorífico al menos 4-5 horas. Si es de un día para otro, mejor. O también hacerlo por la mañana para comerlo por la noche.


Quién pudiera meter las narices en libros antiguos de cocina como éste....!!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario