Si preparamos un solo plato y además que no sea demasiado contundente, podemos permitirnos el lujo de acabar la comida como si de un día de fiesta se tratara.Tratar con mimo a tus comensales lleva un añadido de satisfacción que tarde más, tarde menos, siempre acabará por obtener grandes beneficios a la cocinera o cocinero y a los aprendices del buen comer.
Para mí, el buen comer no es otra cosa que saborear (en compañía, a ser posible), un plato de comida elaborado con cierta dignidad, adquirido sin dejarte medio sueldo en el producto y puesto en la mesa con encanto y simpatía.
Este plato de hoy es de lo más sencillo, pero guarda en sí la elección del plato donde presentarlo (una bandeja que me ha regalado mi querida hermana Chica) y el secreto de no haber prácticamente nada en la nevera y sacar a la mesa algo bonito y atractivo.
INGREDIENTES:
1 queso de cabra de rulo
2 manzanas golden
Azúcar moreno
Sésamo tostado.
PREPARACIÓN:
Pelar y cortar las manzanas en dados.
Poner una sartén en el fuego y cuando caliente, echar 3-4 cucharadas soperas de azúcar moreno. Dejar que se vaya haciendo caramelo y añadir un poco de agua para que se forme un jarabe en el que rehogar las manzanas.
Cortar el queso de cabra en rodajas, como dos rodajas por comensal, rodeando las manzanas que colocaremos en el medio de la bandeja de presentación, una vez que éstas hayan perdido su rezura y se ablanden.
Espolvorear por encima sésamo tostado.
En cinco minutos tienes preparado un entrante o un final de comida rico y simple.
Flor de sésamo. Espectacular!!!.
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