martes, 5 de abril de 2016

SOLOMILLO EN HOJALDRE



Lo más cerca que he estado nunca de pasar hambre y no poder hacer nada fue cuando estudiaba en una residencia de monjas en Fregenal de la Sierra. "Con la iglesia hemos topado, amigo Sancho". Allí aprendí que las sotanas no son sinónimo de bondad sino de interés y en muchos casos, de maldad. Con el paso del tiempo los recuerdos se suavizan y además los hacemos nuestros con mucho mimo y cuidado. Después de 30 años, hasta recuerdo con cariño a Sor María, Sor Cristina, etc., pero cuando pienso en esas sopas de las cenas que para encontrar una estrellita había que bucear dentro de ella o que los huevos fritos los hacían en manteca y cuando llegaban a la mesa estaban congelados, como que me entran unas fatiguitas tremendas. Allí también aprendí, quizás tarde, que no todos somos iguales y que "tanto tienes, tanto vales". No creáis, llevo muchos años peleando en contra de eso pero mi conclusión no es muy halagüeña.

Sigo sintiendo VERGÜENZA por los campos de concentración que estamos creando los europeos...


INGREDIENTES:

1 lámina de hojaldre
1 solomillo de cerdo
1/2 kilo de setas o champiñones de temporada o en su defecto,  cultivados.
1 lata de paté la piara de tapa negra.
1 cebolla
1-2 dientes de ajos
1/2 vaso de vino rosado o blanco
Pimienta negra recién molida
Sal
Una rama de perejil
Aceite de oliva virgen
1 huevo


PREPARACIÓN:

En una sartén ponemos unas gotas de aceite y sofreimos la cebolla y el ajo cortados muy pequeños. Cuando empiece a transparentar, añadimos las setas o champiñones cortados. Rehogamos hasta que estén listos. Poner una pizca de sal.

Mientras, hacemos un majo con sal, 1 ajo, pimienta recién molida y perejil. Machacamos bien y añadimos el vino. Echamos en la sartén con la cebolla. Removemos y esperamos a que el alcohol del vino evapore. Cuando empiece a reducir todo, añadimos la lata de paté, removemos y partamos. Si os ha quedado con mucho aceite, escurrimos bien y reservamos.

Coger el solomillo y quitarle todas las partes blancas de grasa que tenga. Ya sabéis, si es un solomillo ibérico, pues miel sobre hojuelas... Salpimentamos el solomillo y lo ponemos al fuego con un poco de aceite para sellarlo. Este es el secreto de este plato. La carne debe quedar sellada y sin sangre, pero de color rojo y al punto. Hay que tener cuidado de no pasarse en esta operación.

Una vez sellado el solomillo, apartamos y reservamos.

Colocamos la hoja de hojaldre en el mármol con un poco de harina y con el rodillo extendemos para que quede holgada a la hora de envolver el solomillo. En el centro hacemos una cama con la mitad del resultado de las setas, colocamos el solomillo encima, cubrimos con la otra mitad, envolvemos y sellamos. Pinchar un poco el hojaldre para que no suba mucho y con una brocha pintamos el hojaldre. Al horno previamente calentado a 180º y dejar unos 20-30 minutos o lo que el hojaldre tarde en dorarse.

Este plato es muy agradecido porque aunque veáis mucha literatura, es muy fácil y simple de hacer y el resultado es exquisito. Se puede presentar acompañado de una ensalada de canónigos y manzana.

Aquí nos tenéis a mi amada hermana Loren, mi amiga M. Isabel y yo con eso, 16-17 añitos y en la época de "monjas"....


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