La nostalgia es como una manta bien guardada en nuestro armario y que a veces nos da la tentación de cogerla para dejarnos envolver en su falso calor.
Ya os he dicho en alguna ocasión que me encanta el cine. Plantarse delante de la gran pantalla en la oscuridad de una inmensa sala, tararear el movirecord y dejarte llevar por las imágenes y el sonido, es un placer como pocos. El cine nos invita a vivir historias imposibles, nos hace llorar con otras más probables y nos invita a ilusionarnos con las alcanzables.
En mi pueblo, Cabeza la Vaca, ha habido un cine muchos años. Desgraciadamente ya hace casi otros tantos que desapareció. Recuerdo de pequeña que ir los domingos por la mañana a ver la cartelera era trabajo obligado para los niños y en el final de curso nos entregaban allí los diplomas y después ponían una peli de Tarzán. No os podéis imaginar lo que era empezar así el verano!!!
INGREDIENTES:
Este plato de hoy me ha encantado hacerlo. Habéis visto la película Ratatouille?. Pues ese ratoncillo tan particular hizo sacar la manta de la nostalgia al malvado crítico de cocina preparando este maravilloso plato francés.
1 calabacín
1 berenjena
1 cebolla
2 patatas
Calabaza
Pimiento rojo
Pimiento verde
Hierbas provenzales secas
Albahaca fresca
Orégano
Pimienta negra recién molida
Sal
Aceite de oliva virgen
3 tomates de pera
2 dientes de ajo
PREPARACIÓN:
Lavamos y cortamos con mandolina toda la verdura. La que se nos resista, pues a cuchillo pero procurando hacer las rodajas del mismo tamaño. Es difícil encontrar berenjenas del mismo tamaño que el calabacín, pero las partimos por la mitad y así no rompemos la estética del plato.
Ponemos el horno a precalentar a 180 grados.
Con la mano mojamos con aceite toda la base de la fuente de horno.
Vamos colocando con cuidado toda la verdura alternado en función de los colores: berenjena, cebolla, calabacín, pimiento rojo, calabaza, pimiento verde, tomate... Como queráis.
Una vez os quede más o menos así:
picamos muy finos los ajos y los espolvoreamos por encima, igual que la pimienta, la sal, las hierbas provenzales y el orégano. La albahaca la picamos muy fina y también la ponemos sobre las verduras. Echamos un chorreón bueno de aceite por encima y al horno a 180 grados unos 30/40 minutos. Depende de cómo os guste la verdura.
Os habréis dado cuenta de que la albahaca va duplicada, así como el orégano, porque lleva seco y fresco, pero no le viene nada mal. Lo ideal es que todas las hierbas provenzales fueran frescas, claro.
Casi os diré que este plato está mejor de un día para otro, porque la verdura ha cogido más el sabor de la hierbas.
Casi os diré que este plato está mejor de un día para otro, porque la verdura ha cogido más el sabor de la hierbas.
Otra forma de poder presentarlo, para aquellos que os gustan las cosas más contundentes, es haciendo un pesto de albahaca y echándolo por encima antes del horno o después, las dos opciones son válidas. Muy bueno también.
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