jueves, 1 de diciembre de 2016

ARROZ CON BACALAO



Si bien es cierto que a medida que van pasando los años afianzamos más y más nuestra forma de ser, de ver la vida, de mostrarnos con los demás o de seguir tropezando en la misma piedra, no es menos cierto que de vez en cuando, en esos momentos de lucidez que el alma y el espíritu nos proporcionan, debemos plantar cara a lo acomodado y dar paso a la sorpresa, a decir digo donde antes dijimos Diego y a corregir; sí, corregir lo que está mal a la vista de los demás; corregir lo que nos aconsejan los demás y no hacer lo que nosotros creemos. Dejarnos llevar por los que nos quieren y meter en esa pequeña caja que estorba en todos lados, el exceso de soberbia, orgullo mal entendido y autosuficiencia mal enfocada. 

Pues en esas ando yo estos últimos días!!. En un proceso de meditación. El otro día recibí en mi clase de yoga la segunda pista. La maestra nos dijo: "No creáis que estáis en el mundo sólo para consumir. El proceso de creación es más importante. Plantearos lo que sois capaces de ofrecer a la vida". Esta frase, tumbada en "sabasana" o postura del muerto, pues oye, como que te coge un poco con las defensas por los suelos, te hace más vulnerable y en disposición de recibir.

Y claro; diréis que cuál ha sido la primera pista. Pues me la dieron mis hijas un par de días antes. Ellas han tenido la valentía de enfrentarse a la "hembra Alfa" de la manada. Ellas me han dado una lección de vida. Ya debo empezar a comportarme como un miembro más de cinco seres que conviven en 60 metros cuadrados y que cada uno tiene sus necesidades, inquietudes, penas, alegrías y sus propias vivencias. Ya no soy yo la que marca el camino de nadie, porque los caminos van y vienen a mereced de sentimientos y sobre todo porque yo ya no controlo tanto camino, tanto trayecto y tanta vida...Sí, tanta vida: 17 años y 15 años, los que tienen Arelisa y Candela,  son edades en las que la vida les sale hasta por las orejas. Ahora me toca observar y sobre todo: RESPETAR.

Muy difícil pero no imposible. Seguro que lo consigo..., o no...


INGREDIENTES:

Arroz
1 cebolla grande
1 puerro
1/2 pimiento rojo
3-4 dientes de ajos
2-3 tomates maduros
1 sobre de azafrán en polvo
1/4 ó 1/2 kilo de bacalao desalado
1 vaso de vino
Pimienta recién molida
Sal
Aceite de oliva virgen
2-3 ramas de cilantro o perejil
1 litro de caldo de pescado

PREPARACIÓN:

Desalar el bacalao durante 24 horas cambiando el agua de dos a tres veces.

Ponemos al fuego en el recipiente donde vayamos a hacer el arroz cuatro cucharadas de aceite y le echamos la cebolla, dos ajos y los puerros cortados en pequeño. No hace falta perder mucho tiempo con el corte de las verduras, ya que este sofrito, una vez hecho lo pasaremos por la batidora.

Cuando la cebolla empiece a transparentar, añadimos el pimiento cortado en cuadrados, removemos y echamos los tomates rallados. Dejamos que el sofrito se haga en su tiempo (no tengáis prisa!!).

Mientras, hacemos un majo con el resto de ajos, el cilantro (podéis poner perejil si no os gusta), la pimienta y la sal. Machacamos, añadimos el vino y echamos al sofrito.

Empezamos a calentar el caldo del pescado (yo siempre uso el hecho en casa, nunca de los comprados).

Dejamos que evapore el alcohol y  cuando esté listo nuestro sofrito, lo trituramos,  echamos el arroz (yo pongo dos cucharadas soperas de arroz por comensal, más otras dos por si se presenta un invitado y dos más porque somos muuu glotones) y lo rehogamos.

Sacamos un vaso del caldo de pescado caliente y disolvemos el sobre de azafrán, lo añadimos al sofrito con el arroz, damos unas vueltas y echamos el resto del caldo. Dejamos a fuego fuerte mientras el arroz empiece a hervir (unos 5-7 minutos) y luego bajamos a fuego medio (otros 7-10 minutos), en este momento le añadimos el bacalao. Probáis y rectificáis de sal o pimienta y veis si el grano de arroz está en su punto.  Retiramos del fuego y a comer.

Este arroz es meloso, por la gelatina del bacalao y porque la cocción es a medio fuego. Debe quedar con un poco de caldo.




Y ahora, en este punto de mi particular meditación, me gustaría dedicarles esta canción a mis hijas que son mi faro, las que hacen que no me pierda en este "complicaillo" mar a veces en calma y otras muchas veces más, bravo y encrespado.

Os pongo también esta versión de Mercedes Sosa que me gusta mucho:




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