Este fin de semana hemos ido al pueblo a echar una mano en la matanza de mis queridos hermanos. Compruebo por enésima vez que siempre traigo mucho más de lo que llevo; que siempre mi corazón viene más lleno de lo que va, que la generosidad de mi gente supera con creces la mía y que ellos son mi referente en esta, a veces, puñetera vida.
Pretendo poneros un vídeo de cómo se hace una buena matanza extremeña. En mi casa se lleva haciendo un montón de años, pero estas hijas mías no quieren editarme un vídeo chulo y tendré que pedir ayuda externa para hacer algo digno de todos vosotros. Pero grabado está casi todo.
Me gustaría explicarle a los posibles animalistas que lean ésto, que una matanza en un entorno rural donde el trabajo escasea, donde los hijos pretenden tener las mismas oportunidades de futuro que cualquier vecino de este país, donde cuesta gran trabajo sacar adelante a una familia porque los sueldos fijos brillan por su ausencia, no es la muerte de un animal. Una matanza es una forma digna de subsistencia. No disfrutamos con la muerte del bicho, vivimos del bicho y se cuida al bicho durante todo un año para que no falte la comida de los hijos. Es que he escuchado estos días alguna tontería que otra sobre las matanzas caseras en Extremadura y Andalucía. Más les valdría dirigir su crítica a las grandes empresas cárnicas que además de no seguir la legislación vigente en cuanto al tratamiento del animal, nos venden caballo por ternera con el único objetivo de lucrarse.
INGREDIENTES:
1 morcilla de sangre de mi pueblo (en su defecto, morcilla extremeña, o andaluza, o de la Rioja, o...,jajajaja)
Nueces peladas
Miel de caña
Masa brisa o pasta filo
PREPARACIÓN:
En primer lugar pinchamos un poco la morcilla (para que durante el tiempo de cocción no se abra) y la ponemos a cocer al menos durante media hora para que suelte grasa.
Escurrimos y esperamos que se enfríe un poco.
En esta ocasión yo he hecho la receta con masa brisa, porque al ser una morcilla bastante grasa, empapa mejor. Pero con la pasta filo quedará más crujiente. A vuestra elección.
Ponemos la masa en el molde de la encimera y con el rodillo la extendemos un poco. Con un molde de cocina redondo hacemos varios discos.
Quitamos la piel a la morcilla y la cortamos en rodajas no muy gruesas.
En un disco ponemos la morcilla, le añadimos unos trozos de nuez y un chorreón de miel. Lo tapamos con otro disco, cerramos con un tenedor (como las empanadillas) y vamos colocando todos los discos preparados en la bandeja del horno.
Pues al horno durante unos 15/20 minutos a 180 grados o hasta que la masa esté dorada. Depende siempre de vuestro horno.
Un entrante espectacular, de verdad!!.
A falta del vídeo de la matanza, hoy os pongo música y baile de mi tierra. Los Jateros de Fregenal de la Sierra, pueblo amigo del mío.
Venga ese vidio de la matanza!!!.
ResponderEliminarEl/la que critique una matanza de toda la vida anda un poco perdido, creo yo
Debe está riquísima habrá que probarla
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