martes, 31 de octubre de 2017

SOPA MISO




Para los que continuamente tenemos activado el ON mental y la cabeza no para de dar vueltas, el silencio total, al menos para mi, es harto inquietante. Puedo estar totalmente abstraída en el lugar más bullicioso, pero me cuesta mucho serenarme cuando el silencio no envía más que eso: silencio. Y la noche es silenciosa y también tediosa. El viento meciendo los árboles, los perros ladrando a lo lejos; ese coche que pasa a las tantas de la madrugada; las campanadas del reloj que indica que las horas van pasando,  mi Santo y la Mori (mi perra) roncando, mis niñas que hacen ruido cuando cambian de postura en sus camas y yo, si despierto, a veces,  siento miedo de que alguno de esos sonidos pueda desaparecer, cambiar, evaporarse. Y si la noche me predispone a entender que es más lógico el silencio, ya no puedo soportarlo cuando es de día y nada se oye. Son momentos muy fugaces y raros en el tiempo, pero cuando ocurren, mi corazón los aparta por no ser amables conmigo.

La cultura oriental nos enseña todo lo contrario; nos invita a valorar el silencio, recrearse en él, ser creativos siendo lentos y pausados y como son una civilización milenaria, seguro, segurísimo que tienen razón. Yo intento aprender de ellos, pero creo que más allá de hacer sus comidas en mi casa, el resto se me resiste. Pero mientras hago una sopa como la que hoy os pongo disfruto mucho porque es rápida de hacer pero invita al recreo antes, durante y después de saborearla...

INGREDIENTES:

1 litro de caldo DASHI (este caldo se puede hacer en casa, pero es un poco complicado. Yo compro Dashi en polvo en un supermercado de productos orientales)
10 gramos de alga wakame
4 cucharadas soperas de MISO blanco (también lo encontraréis en establecimientos de comida oriental)
Cebolleta tierna
Champiñones

PREPARACIÓN:

Ponemos a calentar el agua y cuando rompa a hervir añadimos el dashi en polvo. Dejamos que cueza unos minutos. Sacamos una taza de ese caldo y disolvemos el miso en ella.

En un recipiente con agua templada echamos las algas wakame para que se hidraten.

Hacemos un sofrito con la cebolleta y los champiñones. Salpimentamos un poco y reservamos. No poner mucha sal, pues tanto el dashi como el miso dan mucho sabor.

Añadir la taza donde hemos disuelto el miso al caldo y dejar que cueza unos diez minutos.

Servimos el caldo en cuencos, añadimos un poco de algas escurridas y otro poco de champiñones. Opcional: medio huevo cocido.

La sopa miso original lleva tofu, pero no tenía en casa y además tampoco me gusta excesivamente.


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