En la vida, como en la cocina, a veces, lo más simple es lo que más se saborea. Para estas cosas, nadie como los orientales. Esas salsas suyas sustituyen un montón de ingredientes nuestros. Son muy sabrosas y aunque no es bueno abusar, como todo, si se toma con moderación, no cansa y gusta mucho a la tropa.
INGREDIENTES:
Pechuga de pollo
Almendras en láminas
1 cebolla grande
Salsa de soja
PREPARACIÓN:
Cortar la pechuga de pollo a tiras y freir en una sartén con unas cucharadas de aceite. Retirar y reservar.
En ese mismo aceite, echar la cebolla en juliana y que poche a fuego no muy alto, como para cuando vamos a caramelizar pero sin llegar. Añadimos las almendras, dejamos que se hagan un poco y echamos la salsa de soja, bastante.
Dejamos que se evapore un poco y agregamos el pollo; unas vueltas y a comer.
Bonito campo de soja....
Una receta simple pero de un resultado magnífico. Lo dice un comensal.
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ResponderEliminarMe encanta esta receta. Mi particular añadido sería refreir el pollo, las tiras o dados, con gengibre. y yo dejo la carne marinando en la salsa de soja una hora.
ResponderEliminarTe encantará!