martes, 2 de febrero de 2016

SALMOREJO DE CABEZA LA VACA


En mi pueblo, Cabeza la Vaca, un "sarmorejo" era este plato que se comía normalmente en invierno con tomates del verano conservados en botes al baño maría. Os puedo asegurar que es un verdadero placer echar mano de un bote de ese tomate con el cilantro (culantro allí) cogido apenas empieza a salir de la tierra y prepararse este buen plato. Los hombres, en la recolección de las aceitunas, como comían todos los días en el campo, llevaban muchos días este tipo de comida con unas sardinas fritas o tortilla de patatas que hacen una mezcla genial
La forma de preparar este plato es parecida a como se hace en verano, sólo que en esa estación del año los tomates son de temporada y en lugar de cebolla y cilantro, lleva pepinos y pimiento verde.


INGREDIENTES:

Tomates del verano en conserva. En su defecto, podemos usar una lata de tomates enteros o tomates de la tienda que, aconsejo no usarlo porque cuando no son de temporada, es el producto peor imitado.
Cebolla o cebolleta
Cilantro
Aceite de oliva virgen
Sal
Vinagre
Opcional: huevo cocido y una lata de atún. Este plato lo comimos el sábado y no se lo puse porque lo comimos con tortilla de patatas. Si lo hacéis como comida única por ejemplo para una cena, es perfecto con el huevo y el atún o ventresca de bacalao en conserva.

PREPARACIÓN:

En la fuente donde se vaya a poner en la mesa, echamos el bote de tomates. En mi caso, como son tomates en conserva que preparamos en el verano, no necesito cortarlos porque ya vienen listos para comer. Si compráis una lata de tomates enteros o los compráis naturales, "naturalmente" que debéis cortarlo en cuadraditos, mientras más pequeños, mejor.
Cortar la cebolleta o cebolla muy pequeño y también el cilantro. Añadir a los tomates. Aliñar con el aceite, la sal y el vinagre. Remover con una cuchara y echar agua hasta cubrir y la cantidad suficiente para que cada comensal tenga su buen plato. Dejar un poco de cilantro sin echar en la fuente y a la hora de comer, espolvorear por encima para que quede más vistoso.


Este señor que veis ahí es quién veló por mi seguridad, integridad y alimentación hasta que se marchó; mi padre. Un buen hombre, un gran hombre, mejor padre. Ese día miraba si ya iban coloreando algunos tomates de su huerta. 
La suerte de haberle tenido en mi vida es totalmente proporcional a la pena de su ausencia.


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