martes, 21 de noviembre de 2017

POLLO AL CURRY





El momento de la ducha diaria lo dedico a cantar o a pensar y la mayoría de los días, pienso qué os voy a contar en la próxima entrada en éste, mi humilde blog...jajajaja!!!.

Hoy dejo caer el agua por mi cuerpo y sólo me ha faltado el scotch brite (para los que no lo sepáis, es un estropajo de níquel), porque había que estar muy relimpia. Cita con el ginecólogo.... Y aunque con cierto humor, no dejo de reconoceros que me da pánico ir a esa consulta y procuro dilatarla en el tiempo todo lo que puedo aún en contra de los consejos que nos dan a las mujeres y más a esta edad tan malita que yo tengo ahora. Pues bien; hoy me ha tocado, y además de ir con la mosca detrás de la oreja por las cosas malas que pasan a lo largo de nuestro trasiego por  este valle de lágrimas, pues la verdad, lo que más me incomoda es subirme a ese potro de torturas y dejar expuestos todos mis atributos femeninos como si de un pollo al horno se tratara. 

Sigo pensando que hay que ver lo poco que se ha avanzado en el trato a la paciente en el área de ginecología. Mi primer embarazo terminó en un aborto y todavía me ruborizo cuando recuerdo que por las mañanas (estuve un mes ingresada en el hospital. Me tocó un médico católico, apostólico y romano que aún sin haber síntomas de vida en mi útero, no consintió en practicar un aborto hasta que no pasara el tiempo. Este es un tema a tratar en algún otro momento...) nos ponían a todas las mujeres que debía ver el ginecólogo ese día en fila india y SIN BRAGAS, porque el señor doctor no podía entretenerse en que nos las quitáramos cuando nos tenía enfrente. Claro, quien está en esa situación de amenaza de aborto, normalmente sangra; pues nada, ahí que iba la menda andando como una japonesa para que la dichosa compresa no cayera al suelo y así hasta que llegábamos al sótano, que era donde estaba el compresivo médico, y con las bragas metidas en el bolsillo del pijama. Lo primero después de la auscultación vaginal: ponérselas y aliviarse un montón.

Hoy me ha atendido una chica muuucho más joven que yo (el último era un señor muy mayor que ya estará pescando y disfrutando de su jubilación). Y a su lado, la MIR que estaba aprendiendo. Por supuesto, todas las maniobras las ha hecho la residente y ella, la titular, desde lejos mirando y enseñando a su alumna. Pos mira, oye; que aunque hayan sido dos mujeres y tres con la enfermera, yo sigo sintiéndome muy incómoda, porque ese "sillón" donde nos colocan es muy cómodo para ellos que apenas si tienen que agacharse para que no se les afecten sus lumbares, pero para la que está allí como si fuera la virgen de Montserrat, lo que digo yo, que muy poco hemos avanzado, porque ni siquiera calientan con sus manos un poquito ese espéculo que está tan frío como un témpano...

Y ya sé que diréis que soy un poco desvergonzada por contar estas intimidades, pero después de mi lucimiento mañanero, pues nada, que una está hoy generosa... jajajajajajajajaja!!!!

INGREDIENTES:

1 cebolla roja
800 gramos de pechugas de pollo
1 bote de leche evaporada de medio litro
Curry en polvo
Sal
Aceite de oliva virgen
Perejil o cilantro
Pimienta negra recién molida (en su caso)

PREPARACIÓN:

Limpiamos de grasa las pechugas, las lavamos y cortamos en dados no demasiado pequeños porque luego reducen.

A ser posible, en una cazuela de barro, ponemos un poco de aceite. Si usáis el barro en vitrocerámica, poned la temperatura de muy baja a alta poco a poco y cuando el aceite esté casi hirviendo, echáis el pollo y dejáis que se haga un poco.

Sacamos las pechugas de la cazuela y sofreímos la cebolla cortada en juliana. Cuando empiece a transparentar y justo antes de que pueda dorarse en exceso, echamos una cucharada sopera de buen curry. Removemos bien y añadimos la pechuga de pollo. Dejar que los ingredientes se mezclen, echarle sal y si el curry vuestro es muy suave, un poco de pimienta (el curry si es bueno pica un poco). Dejar unos minutos para que todo se haga y añadir la leche evaporada. Dejamos que cuaje no demasiado y servimos con un poco de perejil o cilantro espolvoreado por encima.

Si es la primera vez que usáis el curry, tened cuidado no sea que os salga muy picante.


No os parece que las mujeres somos el faro del Universo? Al menos, parimos vida....


4 comentarios:

  1. Jejejejeje....yo le tengo pánico también al gine....
    Que buena pinta tiene ese pollo....yo también lo hago al curry pero de distinta forma....a mi familia les encanta❗❗❗😘😘

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    1. Jajajaja ay mi Feli
      Creo que a casi ninguna mujer le gusta ese potro...es demasiado frío e incómodo...

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    2. Te copio la receta...ummm qué buena pinta

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