martes, 26 de septiembre de 2017

ENSALADA DE PASTA CON MANGO


La estupidez humana no tiene fin. Los enanos mentales que nos gobiernan están llevando este país a un nivel de odio del que nos costará mucho trabajo salir.

Sigo, supongo que como casi todos, el tema catalán con preocupación y a estas alturas ya, con muy poco interés. He visto tanta tontería entre los que están a favor y los que están en contra que debo reconoceros que mi hastío es superlativo, proporcional a la poca inteligencia de quienes mueven los hilos.

Y mi opinión sobre la independencia catalana: pues que odio las fronteras. El ser humano no decide en qué lugar del mundo nacer. Los que hemos nacido en la parte cómoda creo que sólo tendríamos derecho a protestar por dónde queremos estar después de pasar tres años en la parte mala del mundo con los mismos recursos que quienes han tenido la mala suerte de nacer allí. Sin por ello, claro está, dejar de luchar y pelear por lo que consideremos justo.

Estos listos que tanto en Madrid como en Barcelona se creen superiores han aniquilado de raíz los ideales. Sí, destruidos por aquellos que poseen mucho dinero y pocas necesidades, por esos enanos intelectuales que creen que van a llevarse la pela a sus bonitos mausoleos, porque si habláramos de ideología, todos los que se manifiestan a favor o en contra de una independencia ficticia, en lugar de llevar banderas identificativas de no sabemos muy bien qué, enarbolarían la bandera de la paz, la solidaridad y la justicia social, la bandera del reparto justo y equitativo, la bandera de fuera fronteras.

Siempre que he salido de España, en esas horas tediosas de aeropuertos donde dejas de ser persona independiente y te entregas en cuerpo y alma al "gran hermano", en esos aviones donde firmas para entrar en un país, generalmente poderoso, todo lo que ellos quieren que firmes  sin rechistar, donde me siento tonta al poner uno de mis ojos en un aparato feisimo y que casi nunca está a mi altura, y el otro mirando a un armario empotrado vestido de uniforme con un pistolón que parece que me está perdonando la vida; cuando me dejo recorrer todo el cuerpo por una "simpática" policía porque algo ha pitado a mi paso y sobre todo (lo odio), cuando debo descalzarme para demostrar que no llevo nada en los zapatos, siempre, siempre me digo: Feli, qué felices seríamos sin fronteras, porque soy de las convencidas de que el mundo es de todos y que nadie tiene derechos adquiridos en ningún sitio por el simple hecho de nacer allí, y porque la seguridad que casi que de nada sirve y tanto molesta, sería totalmente innecesaria si el reparto de las riquezas mundiales fuera justo.

Y estos catalanes de mis entretelas quieren separarse.... Con lo modernos que han sido siempre y ahora, en lugar de luchar por un mundo mejor para todos, se la están jugando tontamente por algo incongruente y carca de la mano de la derecha más rancia. Con esos gritos de "a por ellos oeeee, a por ellos oaaa" dedicados a los policías, guardias civiles y mossos, sólo hacen que Rajoy y el molt honorable President de la Generalitat estén muertesssitos de la risa; total, ellos poco o nada van a variar sus buenas vidas...

INGREDIENTES:

200 gramos de macarrones
1 mango
1 diente de ajo
1 cucharada de café de mostaza de Dijon
2 cucharadas soperas de mayonesa
Sal
El zumo de medio limón
2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
Curry
1 lechuga
2 latas de atún

PREPARACIÓN:

Ponemos una olla con agua a calentar, añadimos un poco de sal y un poco de curry. Llevamos a ebullición y añadimos la pasta. Dejamos cocer los minutos que indica el fabricante. Escurrimos, cortamos la cocción de la pasta poniéndola unos segundos bajo el grifo del agua fría y reservamos.

Lavamos y cortamos muy pequeño la lechuga. Reservamos.

Pelamos el mango y lo cortamos en cuadrados. Reservamos.

En el mortero, ponemos un poco de sal y el ajo sin germen. Machacamos bien y añadimos la mostaza, la mayonesa, el zumo de limón y el aceite. Batimos con una cuchara hasta que la salsa emulsione.

En la ensaladera, ponemos la lechuga, la pasta, el atún y el mango. Rociamos con al salsa emulsionada, removemos bien y a la nevera una media hora hasta que se enfríe. 

Podéis ponerle a la hora de servir un poco de nueces.



Y mira que tachar de falangista y amenazar a mi Serrat...

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