No me digáis que viviendo en Sevilla, con la semana santa recién acabada, en vísperas de la feria de abril y con la romería de mi pueblo llamando a la puerta, una puede tener la cabeza centrada, la casa en orden, la tropa controlada y las obligaciones cumplidas. Pues alguna cosa se desboca. Qué remedio!!. Además mi hija Arelisa está terminando 2º de Bachillerato y con selectividad a la vuelta de la esquina. Mi casa arde!!!!. Solución: Centrar mis pocas ganas de hacer cosas en la cocina. Ayer les anuncié que desde hoy hasta que terminen el curso voy a intentar ser una madre complaciente, amable, cariñosa, comprensiva y les voy a sorprender casi cada día con buenos platos de comida para animarles, para animarnos. Así que, sabiendo que yo eso de las tensiones las llevo más bien regulín, al menos lo voy a intentar.
Hoy os pongo un pastel fácil de hacer, muy resultón a la vista y de buen sabor. También muy apropiado para esas comidas en el campo y que nos permite hacerlo el día anterior para estar como rosas en la celebración de cualquier acto. Los franceses son muy dados a hacer este tipo de pastel de carne.
INGREDIENTES:
1 codillo de cerdo salmuerizado
1 vaso de vino
1-2 clavos
1 hoja de laurel
1-2 puerros
1 cebolla grande
2 zanahorias
4-5 ajos
Perejil
PREPARACIÓN:
Este pastel se puede hacer con cualquier tipo de carne. Yo he elegido el codillo de cerdo porque así aprovecho la gelatina natural que suelta para que el pastel quede como debe. Si usáis una carne que no tenga gelatina, debéis añadirle hojas de gelatina o bien añadir a la carne que uséis una o dos patas de cerdo o ternera.
Ponemos una olla al fuego con agua suficiente para cubrir el codillo y añadimos el vino, los clavos pinchados en la cebolla que partiremos por la mitad, el laurel, el puerro, las zanahorias y cualquier verdura que queráis añadir. Metemos la carne en la olla y llevamos a ebullición. Deberá cocer al menos una hora y media o hasta que la carne se separe del hueso. Dependerá del tamaño del codillo.
Cuando esté lista la carne, la sacamos de la olla y dejamos enfriar. Reservamos el líquido de cocción.
Desmenuzamos la carne y picamos los ajos y el perejil.
Cubrimos la base de un molde de horno con parte del líquido de cocción del codillo y empezamos a intercalar capas de carne, el ajo con el perejil y caldo. Cuando se acabe la carne echamos todo el caldo de cocción para asegurarnos de que el pastel queda cubierto totalmente. Si habéis usado mucha agua en la cocción y os queda mucho caldo, debéis controlar el asunto....
Tapamos con papel film y a la nevera una noche entera o 12 horas.
A la hora de comer, desmoldar y listo. Si queréis presentarlo en la mesa ya cortado, os recomiendo que uséis el mejor cuchillo que tengáis para no desmoronarlo.
Listo!!!
Bueno, qué deciros... Sevilla es guapa y se pone hermosa en su feria. Poco acogedora, eso sí, pero es que ya no cabe más gente en el real...., jajajaja!!!!. Somos..., pues como somos....
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