viernes, 23 de septiembre de 2016

COLAS DE PULPO A LA PLANCHA




Los que por circunstancias muy unidas al comienzo de curso seguimos sintiendo que nuestro  año empieza en septiembre, creo que fuimos una generación muy afortunada en cuanto a ilusión, compromiso y ganas de aprender. Las generaciones de nuestros hermanos mayores (muchos de ellos) no tuvieron la oportunidad de estudiar. Casi al llegar a los 9 o 10 años eran requeridos por los padres, a los ellos, para trabajar en el campo o negocio familiar y, a las ellas, para servir, trabajar en el campo, en las labores de casa, en el negocio familiar o para aprender a bordar. Ya veis, desde siempre las ellas hemos sido multidisciplinares. Tanto empeño pusimos en formarnos,  que rompimos una inercia a veces justificada y otras no tanto. Hoy la lucha es otra; intentar por todos los medios que nuestros hijos adolescentes no dejen sus estudios.

INGREDIENTES:

1 cola de pulpo ya cocida por comensal
1/2 kilo de patatas pequeñas (si son gallegas, mejor, claro!)
Pimentón de la Vera picante o dulce. A vuestro gusto.
Jengibre
Cúrcuma
2-3 dientes de ajo
Semillas de mostaza
Sal
Aceite de oliva virgen

PREPARACIÓN:

En este caso yo he usado las colas de pulpo ya cocidas. Las venden en grandes superficies y a veces tienen muy buen precio.
La noche anterior ponemos las patas a macerar en un majo de: jengibre rallado, la cúrcuma, los ajos, las semillas de mostaza, la sal, el aceite y el pimentón (si veis que queda muy espeso, podéis poner un poco de agua). La cantidad de cada ingrediente variará en función del tamaño de las colas, de la cantidad y sobre todo, de vuestros gustos. Cuidado si usáis el pimentón picante. Empapamos bien las patas en este majo y dejamos en la nevera toda la noche en un recipiente tapado.

Al día siguiente a la hora de preparar la comida, cocemos las patatas con piel (si son muy pequeñas) en agua con sal y cuando estén en su punto, retiramos, escurrimos y reservamos.

En una sartén poner unas cucharadas de aceite y con el fuego alto doramos por todos sus lados las patas. No hace falta que estén mucho tiempo al fuego. Al estar cocidas las patas es un plato que se prepara muy rápido.

Cuando estén listas las patas, las retiramos, reservamos y echamos en esa sartén el resto del majo, dejamos que reduzca un poco y rehogamos las patatas un momento. 

Al emplatar, rociaremos las patas y patatas con el majo reducido que habremos tenido la precaución de dejar para ese momento.


Esta foto del otoño en algún lugar del mundo, tan bella, tan atractiva, me huele a pupitre, colonias infantiles, castañas asadas y las sopas de tomates con uvas de mi madre.


1 comentario:

  1. Me gusta tu cocina y tu blog, así que me quedo como seguidora tuya.
    Te invito a que visites el mio, Cocina sana Mediterránea.
    Saludos.

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