Como lo prometido es deuda, aquí os dejo hoy la receta de las papas con chivo. La que hacía mi madre, receta de la suya y a su vez, receta de su madre...
El otro día me comentaba una amiga que usa la medicina alternativa y sobre todo la basada en técnicas chinas, que había visitado a su médico y le comentaba que lo que a ella le faltaba para transitar medianamente bien por la vida era "tierra". Yo estas terapias, diagnósticos o creencias diferentes a las establecidas, pues oye, como que también me las creo; todavía más cuando la medicación que mandan es sentarse a meditar al menos unos 10 minutos al día y sobre todo, teniendo en cuenta que la medicina tradicional está muy vinculada a intereses de laboratorios farmacéuticos que sólo miran por la productividad de la empresa.
Pues bien, me llamó la atención la falta de tierra porque quienes hemos tenido una relación muy cercana con ella nos da la sensación de que todo el mundo la tiene; igual que me parece todavía increíble que un niño no haya visto nunca un burro y en los colegios organicen excursiones para ir a granjas/escuelas. Evidentemente, la tierra debe ser el elemento base que oriente nuestro rumbo, porque teniendo un conocimiento exacto de lo importante que es, nos resultará mucho más fácil no subirnos a las nubes y pensar que el mundo es de color de rosa. La tierra es dura, madre, acogedora y traicionera. La tierra atrapa porque se convertirá en nuestro lecho eterno. La tierra nos da y también nos quita. Pero la tierra es, sobre todas las cosas, vida. No dejemos de asentar nuestros pies sobre ella.
INGREDIENTES:
Patatas
Carne de chivo
Morcilla de macho (ver mi entrada en el blog de morcilla de macho, en la etiqueta de "carnes")
Ajo
Sal
Cominos molidos
1/2 pimiento rojo
1 tomate maduro
1 cebolla
Vino
Laurel
Judías verdes
ELABORACIÓN:
En la olla donde vayamos a cocinar, poner la carne del chivo, el pimiento, la cebolla, el tomate, una hoja de laurel y un par de ajos. Rehogar durante un rato teniendo cuidado de que no se queme nada.
Pelar y picar la patatas (craqueándolas) y hacer lo mismo con las judías verdes. Añadirlo todo a la olla.
Hacer un majo con ajo, comino y la sal. Machacar bien y añadir el vino. Remover y echarlo en la olla con los demás ingredientes. Cubrir de agua y cocer durante al menos media hora. Cuando veamos que la carne está blanda, añadimos la morcilla y dejamos cocer unos 10 minutos más.
Sacamos de la olla la cebolla, el pimiento, el tomate y los ajos junto con dos o tres trozos de patata y lo pasamos por la batidora. Volvemos a añadirlo al cocido. Removemos y dejamos un minuto más al fuego. Esto hará que el caldo espese más. Servir caliente.
Así lo hacía mi madre (bueno, sin pasar la verdura por la batidora). Yo le añado un poco de perejil, especias marroquíes y cúrcuma.
Como siempre, las cantidades, a vuestro gusto. Venga, hay que ser atrevidos!!.
Impresionante, verdad???
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