He trabajado durante bastante tiempo con un neurocirujano. Durante todos esos años por mi mente, y a veces creo que hasta por mi cuerpo, he vivido innumerables patologías, palabrita del niño Jesús, con una tremenda intensidad. Desde un ictus, pasando por afectación del nervio trigémino, procesos degenerativos de la columna vertebral varios, amén de traumas complejos y otras enfermedades que ni me acuerdo del nombre.
Mi capacidad de empatía con el enfermo; perdón, mi hipocondría, hizo que más de una valeriana y dos, y tres, tuviera que actuar sobre mi sistema central nervioso para calmarlo y llegar a la conclusión de que de momento, más sana que una perita en dulce...jajajaja.
Pues bien, yo me pregunto muy a menudo, por qué no tenemos esa capacidad de empatizar con lo bueno, por qué la tentación es ir hacia lo malo en lugar de disfrutar de lo positivo. Por qué cuándo alguien nos cuenta que a un amigo le ha ocurrido una desgracia, durante unas horas cargamos con la mochila de esa desgracia en nuestros hombros. Creo, a mi torpe entender, que hay determinadas maniobras perfectamente orquestadas para que la gente normal, los que no pintamos nada más que aquello que nosotros queramos pintar, debamos conformarnos con lo que tenemos y no aspirar a nada más, no vaya a ser que pasado mañana la parca asome por nuestra ventana y nos lleve al infinito y más allá cortando nuestro hilo de la vida...., No creéis???. Claro que ésto no debe afectar en nuestra solidaridad hacia los que sí están viviendo esas circunstancias ahora.
Bueno, es solo una de mis muchas elucubraciones de esta pasada madrugada de insomnio....
INGREDIENTES:
1/2 kilo de berberechos
1 calamar
2 botes de judiones cocidos
1 tomate
1 puerro
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 pimiento rojo
Sal
Aceite de oliva virgen
Pimienta negra recién molida
Comino
1 vaso de vino blanco
1 rama de perejil
PREPARACIÓN:
Ponemos en una olla como medio litro de agua y un pellizco de sal a cocer y cuando rompa a hervir echamos los berberechos bien lavados y tapamos. Esperamos que se abran todos, sacamos con la espumadera y reservamos. Colamos el caldo y reservamos también.
En la olla de cocción, ponemos cuatro cucharadas de aceite y echamos la cebolla, el puerro, el pimiento y los ajos cortado todo en pequeño. En un momento ponemos el calamar cortado en trozos pequeños para que se vaya haciendo. Rehogamos y cuando la cebolla empiece a transparentar, echamos el tomate rallado, añadimos el vaso de vino y dejamos que evapore el alcohol un poco. Pasamos por la batidora el sofrito retirando el calamar.
Seguidamente echamos en la olla con el sofrito los judiones previamente lavados para que suelten todo el sabor del agua de cocción de los botes y el calamar. Salpimentamos y añadimos un poco de comino. Removemos para que todos los ingredientes se mezclen y echamos el agua de cocción de los berberechos ya colada. Dejamos cocer unos 10-15 minutos y listo. A la hora de emplatar echamos los berberechos cocidos y el perejil cortado por encima.
Mirad lo que he encontrado por las redes. Qué monos, verdad??. Es que he empezado a dar clases de zumba y tengo el "sabor latino metío en el cuerrrpo"!!!
Me parece que "el cargar a cuestas con la mochila de los demás" se debe a que somos humanos y por ello sentimos dentro de nosotros lo malo que le ocurre a otras personas y también nos alegramos de lo bueno que les pase, si no lo sintiéramos así seríamos como el témpano.
ResponderEliminarBuena receta la de hoy, esto tonifica el cuerpo y hasta el alma.
Me encantan las legumbres con pescados y marisco, ese saborrrrrr que le aporta es insuperable.
Besinos guapa