Felicidad en su cocina: PAVO DE SUBSISTENCIA

Padezco insomnio desde hace muchos años. Después de múltiples intentos de regular algo tan importante como el sueño con tilas, passiflora, dormidinas, melatonina, valerianas, etc., etc., unido al poco (ningún) interés de mi médico de cabecera pese a mi insistencia (creo haberos dicho ya que le caigo mal a este buen señor. Mira que soy educada y poco protestona, pues nada, oye. Cada vez que entro en la consulta tengo la sensación de que piensa: "ya está aquí esta cincuentona hipotiroidea de las narices..." De verdad, qué pereza me da ir!!!) en mi afán de no sentirme cincuentona sino cincuentañera, ancha es Castilla!, a buscar otros remedios.

Pues nada, como muchas mujeres de mi edad, he recurrido, como ya os he comentado alguna vez, a la relajación a través de la meditación, la respiración y demás herramientas propias. Pero las noches son muy largas, el sueño muy esquivo conmigo y la radio mi compañera, y a esas horas de la madrugada cuando sólo se oye la respiración calmada de mi tropa y los aulliditos apenas perceptibles de mi perra Mori (además de la tos bronca de la vecina del segundo), ahí me tenéis a mí dando vueltas por el dial buscando alguna cadena de radio que pueda interesarme lo justo para poder aburrirme y dormir. Hay días que lo consigo; otros no, pero casi todas las noches, en ese duermevela que he aprendido a apreciar, los locutores de esos programas un poco peregrinos, los personajes de los que hablan, las noticias de cada hora que se repiten una y otra vez, se entremezclan con mis sueños y a veces, por la mañana, siento que he viajado en un enorme tren cargado de personas que requerían toda mi atención. Bueno, de momento me resulta hasta divertido y llevadero, con un poco de locura que a veces asusta, no creáis.

Hoy vamos a aprovechar ese pavo relleno que está en la estantería del supermercado a 8 euros porque la fecha de caducidad es inmediata y las grandes superficies tienen que quitárselo de encima. Aprovechamos la oferta de navidad y sorprendemos a la tropa un día durito por la vuelta con una comida de fiesta. No suelo comprar estos productos, pero digo yo que una vez al año no hace daño. A propósito, feliz año!!!

INGREDIENTES:

Pavo relleno preparado

3-4 patatas pequeñas

2 cebollas

Caldo de pollo

Vino fino

PREPARACIÓN:

Precalentamos el horno durante 10 minutos a 180 grados.

En una bandeja de horno ponemos el pavo y lo rodeamos con las patatas envueltas por separado en papel de plata y las cebollas cortadas a cuartos de la misma manera.

Yo suelo tener siempre en los días de navidad un caldo para entrar el cuerpo en caja, Este era de pollo. Así que mezclé el caldo caliente con un vaso de vino Fino y rocié el pavo.

Al horno durante 20 minutos. Damos la vuelta rociamos de nuevo con la mezcla del caldo y el vino y dejamos otros 15-20 minutos. Ya sabéis, depende de vuestro horno así será el tiempo de cocción. No dejéis de mirar de vez en cuando.

Sacamos del horno, cortamos en rodajas el pavo, quitamos el papel de plata de las patatas y la cebolla y servimos bien caliente.