Acabo de escuchar en la radio que hay más muertes por atragantamientos que por accidentes de coche. Una de las razones que se esgrimen es que el ritmo un poco alocado de vida que llevamos nos obliga a comer muy rápido, sin apenas sentarse.
No sé vosotros, pero yo me he quedado bastante sorprendida. Para mí, desde que mis niñas eran muy pequeñas, una de mis obsesiones y mis miedos eran (y siguen siendo) que se atraganten y yo no pueda hacer nada. En el programa de radio han dado unas claves para ayudar a una persona que le pase. Las he apuntado y puesto en la puerta del frigorífico...; ay xd!!.
Pues bien, desde que volví de vacaciones, vengo escuchando distintas técnicas o métodos para conseguir vivir mejor y más relajados. Una de ellas es el Mindfulness: se trata de vivir en el presente, sin que te agobie el pasado ni te cohíba el futuro. Otra, ésta me ha hecho mucha gracia, es el Hygge: consiste en hacer de lo pequeño e insignificante, la salsa de la vida. Bueno, si queréis más información sobre el tema, poner en "san google" esas palabras y os aparecerán miles y miles de páginas sobre el tema.
Yo, dada que es una a entusiasmarse con todo lo que me cuentan, lo primeo que hago: compartir esta información con mi gente; ya sabéis, casi que ni caso...; lo segundo, informarme un poco mejor, y resulta que en mi casa se siguen (sin saberlo, oye!) muchas de las técnicas que se utilizan en estos dos sistemas: decirme y hacer decir a mi tropa que somos muy afortunados y hacerlo casi cada día; encender velas todas las noches y hacer ver a mis hijas que con ellas encendidas, las malas vibraciones se evaporan, disfrutar con una buena comida de domingo un martes; escribir una nota cariñosa, disfrutar de un paseo por el río agarrada de la mano de mi Santo, cambiar la decoración de casa con un ramo de flores en cada habitación y esperar que lleguen y se sorprendan.... en fin, infinidad de cosas que normalmente hacemos pero que no nos paramos a valorar. Os aconsejo, a quién no lo haga, que intente al menos dos de ellas esta semana. Da muy buenos resultados, de verdad!!!.
INGREDIENTES:
1 cabeza de pescado: pescadilla o merluza
La espina de la pescadilla/merluza y uno o dos trozos del pescado.
8-10 gambas crudas
Laurel
Apio
Puerro
Cebolla
Pimienta negra en grano
Tomates
Pimiento verde y pimiento rojo
Cúrcuma
Perejil
Azafrán
Cilantro
Vino
1 patata
2 zanahorias
Ajos
PREPARACIÓN:
Hacer un caldo con el pescado, las cabezas y piel de las gambas metidas en una gasa para no ensuciar mucho el caldo, el laurel, 1/2 cebolla, 1 patata, 2 zanahorias, apio, puerro, 2 dientes de ajo, pimienta en grano, pimiento verde y sal. Llevamos a ebullición, bajamos el fuego y dejamos cocer sobre tres cuartos de hora.
Mientras, hacemos un sofrito en condiciones en tiempo y forma; ya sabéis, en una sartén, echamos cebolla cortada en pequeño y el ajo en láminas con un poco de aceite. Dejamos rehogar y cuando la cebolla transparente, añadimos el pimiento rojo a cuadrados. Dejamos pochar y le añadimos un majo que habremos hecho con sal, perejil, ajo y vino. Removemos y dejamos que evapore el alcohol.
Apartamos una taza del caldo que estamos preparando y disolvemos un sobre de azafrán en polvo. Lo añadimos al sofrito.
Cuando queden unos minutos al caldo, echamos las gambas en trozos pequeños y dejamos cocer unos minutos. Sacamos del caldo todo el pescado, desmenuzamos y reservamos.
Echamos en la olla del caldo (comprobando que no queden impurezas) el sofrito y lo batimos bien, dejando la verdura que había también. Si el sabor a apio no os gusta mucho, lo sacáis. Añadimos el pescado desmenuzado.
Sacamos un poco de caldo en un cazo y cocemos unas estrellitas, fideos o piñones.
Al emplatar, ponemos en el recipiente un poco de la pasta y bañamos con el caldo. Espolvoreamos un poco de cilantro muy picado. Listo!!.
También podéis presentarlo con unos picatostes de pan y huevo cocido. Yo hoy no lo he puesto.
Las velas en mi casa nunca faltan, de verdad....
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