miércoles, 15 de marzo de 2017

MIGAS DE MI PUEBLO. BUENO, DE MI MADRE




Hoy os pongo la receta de una comida odiada por mí durante muchos años y ahora, aunque pocas veces, es cierto, las saboreo con un gusto tremendo. La migas de mi madre son las mejores del mundo. Tuve la suerte de que fuera ella, ya en sus últimos años, la que me enseñara a hacerlas y como muchos de sus platos, nunca conseguiré hacerlas como ella; ni parecidas. De tres veces que las haga, una y con suerte me salen bien. Ya sabéis que tengo unas cuantas de batallas abiertas en la cocina con algunas elaboraciones.

Nuca debemos decir "de este agua no beberé" ni que "este cura no es mi padre", porque hoy me vais a permitir que os cuente una frivolidad (jajajaja): Me encanta el requetón!!!!. Ay por dios que no me lea mucha gente. He odiado esta música desde que empezaron a bombardearnos con ella y mis hijas la cantaban en casa. Esas letras tan desvergonzadas y machistas me parecían mucho más odiosas que los bailes insinuantes y sexuales que a mí, lejos de asustarme, me gustan. Esta mañana he escuchado en la radio que el requetón está pasando a ser mucho más romántico..., qué alivio he sentido!!,  porque desde que voy a zumba, el muchachito que nos da las clases (muy apañao, por cierto) sólo pone requetón y a mí me da una marcha que para qué, y hasta que empiezo a sentir las canciones como si de La Traviata se tratara, oyes...

INGREDIENTES:

1 bolsa de 1 kilo de pan de miga o en su defecto pan en rebanadas muy finas.
Aceite de oliva virgen
2-3 bolas rojas
2 cabezas de ajos
3 patatas
Sal
Agua

PREPARACIÓN:

Debemos tener una sartén aparente que no se pegue.

Ponemos la sartén al fuego con aceite suficiente para que cubra la base. Echamos los ajos sin pelar partidos por el medio y rehogamos un poco. Añadimos el pimiento en tiras gordas y dejamos que se frían. Retiramos, reservamos y echamos en ese aceite las patatas cortadas en dados no muy gruesos. Las freimos no mucho para que den cremosidad al pan. Cuando estén listas, retiramos y reservamos.

Quitamos el aceite que nos sobre (hay que tener en cuenta que si lleva mucho aceite pueden quedar "mamonas" y no están buenas. Mejor que quede poca aceite porque al incorporar los demás ingredientes el pan se empapa bien. 

En un vaso de agua diluimos la sal teniendo en cuenta que el pan ya lleva la suya. 

Echamos en la sartén que seguirá en el fuego, medio vaso del agua con la sal, añadimos el pan y echar el resto del agua. Hacemos como una montañita en la sartén y lo dejamos unos minutos con el fuego medio-bajo. Damos la vuelta y dejarlo otros 2-3 minutos y a continuación empezamos a remover y cuando el pan esté totalmente desmigado y mojado del aceite, añadimos los ajos, las patatas y los pimientos. Removemos hasta que vaya cogiendo el color que aparece en la foto y listo para comer.

Las migas en casa siempre se acompañaban de sardinas asadas y en muchas ocasiones de trozos de melón. La mezcla es espectacular, de verdad de la buena....



Esta es la coreografía que mejor me sé....jajajajajaja!!!

5 comentarios:

  1. Y un par de huevos fritos con puntillas en lo alto

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    1. Jajajaja qué ganas verte bailar el reventón
      Mi padre hacia unas migas espectaculares pero es que mi amor, extremeño como tú, las hace de Lujo...me encantan las migas...yo, ni lo intento...

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    2. Jajajaja qué ganas verte bailar el reventón
      Mi padre hacia unas migas espectaculares pero es que mi amor, extremeño como tú, las hace de Lujo...me encantan las migas...yo, ni lo intento...

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