Hay días para todo. Hasta para dejar entrar a la pereza un rato en casa, porque yo noto que cuando mi mente y mi cuerpo andan descoordinados, este "pecado mortal" llama al timbre y como la carne es débil, pues adentro que pasa y, a veces, sin permiso.
En la cocina pasa muchas veces que o bien no nos apetece cocinar o bien no se nos ocurre nada para hacer, pero hasta ésto hay que tenerlo previsto porque tenemos la mala costumbre de comer todos los días al menos 3 veces, y si somos obedientes con la nutricionista, pues cinco veces nada más y nada menos. Ese frigorífico mío de vez en cuando parece un enorme salón diáfano esperando a ser ocupado. Menos mal que por algún rincón siempre se encuentra algo.
Este fin de semana hemos tenido la suerte de compartirlo con amigos de mi pueblo y no hemos entrado en casa nada más que para dormir y ducharnos. Hoy, muy a pesar de lo que debiera ser, mi cuerpo anda muy aletargado y con un poco de morriña, porque me encantaría disponer de ellos más a menudo. Así que a comer de sobras...
Y para que no se note mucho, pues podemos hacer algo que siempre gusta a los niños.
INGREDIENTES:
1 lámina de pizza del Mercadona
Tomate frito casero
Un puñado de orégano seco
Una bandeja de champiñones laminados
Un trozo de queso feta
Unas lonchas de jamón york
Un poco de queso para gratinar
Unos tomates cherry
PREPARACIÓN
La masa de pizza del Mercadona está muy conseguida. Podemos hacerla nosotros, pero yo no soy mucho de masas, así que casi siempre y para una urgencia tengo alguna preparada por casa.
En la encimera y encima del papel de horno extendemos la masa, espolvoreamos con un poco de harina y con el rodillo extendemos lo más posible. Para mi gusto la pizza estará más buena mientras más extendida y fina esté la masa.
Cubrimos con el tomate frito casero que siempre es bueno tener preparado o lo hacemos nosotros con una cebolla en juliana, dos dientes de ajo en láminas y pasados por la sartén hasta que la cebolla transparente. Le añadimos los tomates rallados, removemos, echamos una cucharada de café de azúcar moreno y un poco de sal, dejamos freír y listo. Si queréis la salsa más fina, pasarla por la batidora.
Sobre el tomate espolvoreamos el orégano, colocamos las láminas de champiñones, el jamón york cortado en tiras, el queso feta a cuadrados y terminamos con un poco de queso rallado.
Al horno a 180 grados durante unos 10-15 minutos o cuando la masa empiece a oscurecer y el queso se derrita. 5 minutos antes de sacarla le ponemos los tomates para que se hagan un poco. Pues lista la comida. La acompañamos de una ensalada y perfecto para un día vago...!!!
Genial siempre mi Freddie Mercury
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