Los que soléis leer mis cosas ya sabéis que ando bastante interesada en la observación, análisis de lo observado y posibles beneficios que nos aporte. Esto muy en general, claro. Lo cierto es que entre otras cosas creo que al cuerpo hay que escucharle lo justo y suficiente para no abandonarle pero tampoco para ser preso de él. Nuestro cuerpo puede ser tirano y agradecido en igual medida.
Mi profesora de flamenco nos dice muy a menudo que la gracia y esencia de una bailaora/bailarina está entre el pecho y las caderas. Mi monitora de yoga nos comenta casi cada día que el diafragma es nuestro segundo corazón. Tanto la una como la otra nos invitan a mimar, cuidar, escuchar y educar esa zona de nuestro cuerpo. Yo añado que en el de la mujer además, en ese espacio se origina la vida.
Es tiempo de alcachofas. Esta segunda oportunidad que nos da el año de poder disfrutar de esta exquisita verdura debemos aprovecharla para hacer múltiples platos con ellas. De momento, vamos con esta buenísima tortilla.
INGREDIENTES:
1 kilo y medio de alcachofas
1 cebolla grande
3-4 dientes de ajo
Sal
8 huevos
1 pizca de curry (opcional)
Aceite de oliva virgen
PREPARACIÓN:
Pelamos las alcachofas quitándoles las hojas externas más duras y el pico de fuera. Las cortamos en cuatro trozos.
Mientras, habremos puesto a cocer agua en una olla con un poco de curry y sal. Cuando empiece a hervir, echamos las alcachofas y las dejamos cocer durante unos 15 minutos o cuando pinchéis un poco el tronco y veáis que ya está en su punto. Depende de la calidad de las alcachofas así serán más o menos tiernas.
Cocer las verduras con curry no les da casi que ningún sabor; sin embargo, les deja un "regusto" muy especial.
Escurrimos y reservamos.
En una sartén ponemos un poco de aceite y echamos la cebolla cortada en pequeño y los ajos en láminas. Dejamos que se haga y añadimos las alcachofas. Removemos y salamos.
Batir en un bol los huevos y añadir las alcachofas rehogadas, remover y a la sartén de nuevo con un poco de aceite. Dejamos unos minutos por un lado, damos la vuelta a la tortilla, dejamos otros 5-7 minutos y sacamos. Listo para comer!!!.
A mi no me gustan las tortillas con el huevo sin cuajar, pero tampoco me gustan las que quedan secas, así que yo las dejo al fuego medio hasta que entiendo que el huevo ha cuajado. Ya sabéis, el tío de los gustos se perdió y hay gustos "pa tó"....
Ay qué tierna canción!!!
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