martes, 6 de junio de 2017

PAELLA



Cuando algunos de mis hermanos emigraron a Barcelona la influencia catalana no se dejó esperar en casa. En verano, mi hermana Mari siempre nos agasajaba con una buena paella uno de los domingos. Mi hermana Mari es la mayor de todos y la mejor cocinera que he conocido porque a su punto en la cocina le añade la sabiduría de tener muy claro qué se trae entre manos y la capacidad de cocinar para mucha gente. Tres cosas fundamentales para poner comida digna en la mesa. Pues bien, ahora, cuando escuchamos a los gurus de la cocina menospreciar no al plato en sí porque donde se ponga una buena paella que se quite todo lo demás, sino al ritual de comerlo los domingos en familia, os reconozco que a mí me da coraje tanta tontería.

Ya sabemos todos que disfrutar comiendo no sólo es ingerir buena comida; influyen múltiples factores que hacen que el resultado sea genial, mediocre o malo. La compañía (fundamental), los detalles de decoración de la mesa como manteles, flores, velas..., la música ambiente, la calma en la ingesta con una buena charla, los licores que acompañan, esos panes tan ricos.., etc., etc., y claro, cuando comparamos ésto con un mogollón de gente, niños gritando, abuelos hambrientos, cuñados que se retrasan, la cuñada que lo sabe todo, la hija adolescente que te mira mal delante de la gente, tú que ya llevas unas cervecitas y no aguantas "un puñao de moscas", pues la verdad; nada que ver con la comida idílica que el pijerío nos recomienda. 

Pero, a que la mayoría no renunciamos a esos juntorios familiares?. Yo al menos procuro provocarlos muy a menudo. Menos de lo que quisiera, pero me divierten tanto y me siento tan feliz que por la noche, cansada de recoger y fregar los platos no puedo por menos que decirme una vez más que hay que ver lo importante  que es saber de dónde venimos para tener claro a dónde queremos llegar...


INGREDIENTES:

400 gramos de arroz
800 ml. de caldo de pescado (si es casero, mejor)
1/4 de habitas (si son frescas, mejor)
1 cebolla grande
2-3 dientes de ajo
1/2 pimiento rojo
2 tomates maduros grandes
Sal
Aceite de oliva virgen
12/14 langostinos

PREPARACIÓN:

Hacemos un caldo con puerro, cebolla, laurel, ajo, zanahoria, tomate y las cáscaras de los langostinos. Si tenemos algún pescado de roca, lo añadimos y el caldo saldrá mucho mejor. Dejarlo que cueza al menos una hora. Colamos y reservamos. Se puede hacer el día anterior o tenerlo congelado.

Ponemos la paella con un poco de aceite al fuego y rehogamos la cebolla cortada en pequeño y los ajos en láminas finas. Dejamos unos minutos removiendo de vez en cuando y añadimos el pimiento cortado en dados y las habitas. Dejamos unos minutos y echamos los tomates rallados. Cuando esté listo el sofrito ponemos el arroz y rehogamos un poco. Añadimos el caldo caliente, salamos y dejamos cocer a fuego alto unos 5-7 minutos y a fuego medio-bajo otros 10-12 minutos. Colocamos los langostinos haciendo un dibujo 3-4 minutos antes de apagar el fuego. Apartamos, tapamos con un paño de cocina y dejamos otros 5-10 minutos reposando, dependiendo de si nos ha quedado más o menos duro el grano.

Servir con un poco de zumo de limón por encima. Le da un sabor muy fresquito...





Ay qué caló.....



  

5 comentarios:

  1. Hija mía es que todo lo haces con mucho amor!!!

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  2. La paella es de Valencia.
    Por cierto, paella en valenciano significa sartén

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    Respuestas
    1. Luis Miguel, por supuesto que la paella es de Valencia!!. Cuando me refería a la influencia catalana era por el ritual de comer la los domingos en familia.

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  3. Jajajaja qué guay la canción...pues si, amiga, estoy contigo...no hay nada como una comilona en familia...ya sea la familia que te ha tocao o la que has elegio...

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  4. Jajajaja qué guay la canción...pues si, amiga, estoy contigo...no hay nada como una comilona en familia...ya sea la familia que te ha tocao o la que has elegio...

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