Hay una frase en mi haber muy rechazada por propios y ajenos que he debido moderar con el tiempo por no herir susceptibilidades. Esta frase a la que me refiero es: "cada persona tiene lo que se merece", que, moderada, podría quedar en que "cada persona tiene lo que se busca".
Esta frase ha supuesto airadas disputas entre familiares y amigos y, tras pronunciarla, siempre he tenido que explicar que, basado en mi experiencia, conocimiento y observación, no puedo dejar de pensar eso, y lógicamente, de esta frase se excluyen, como no podía ser de otra manera, las enfermedades, accidentes o situaciones trágicas que a todos nos afectan y de las que nadie se libra. Nadie se merece una enfermedad, ni tampoco la muerte de un ser querido; tampoco la desgracia de accidentes que acaban con nuestra vida o la de alguien amado.
Pero es verdad. Nuestro proceder, nuestra forma de pensar, actuar, vivir, amar, odiar o sencillamente existir de la manera que lo hacemos, inevitablemente nos sitúa en un lugar de salida concreto en la carrera de la vida. Ni mejor ni peor que el de al lado. Diferente. Y muchas veces, en la diferencia está la grandeza y en otras, la desgracia.
Desde ese empuje que sentía cuando apenas tenía 13 años a salir de mi pueblo para aprender, formarme, ser capaz de crear mi propio destino, consciente de las dificultades que suponía para mis padres (y a pesar de enfrentarme a quienes creían que con tener un buen ajuar para casarse y un techo bajo el que dormir, ya llegaría el príncipe azul que me mantendría a mí y a mis futuros hijos), pasando por situaciones realmente surrealistas hasta llegar a donde ahora estoy, han pasado tantas cosas!!. Tan buenas, tan malas, tan regulares... Tantas como por las que habéis pasado los que ahora leéis mis palabras. O quizás no, no lo sé...
En todo ese camino ha habido tres faros fundamentales que me han alumbrado: la ilusión por el mañana, la gratitud y la honestidad conmigo misma. Y mira que ha habido ocasiones en que la luz de los faros no alumbraban ni mis zapatos; mira que ha habido ocasiones en las que las personas que más recibían mi agradecimiento menos lo valoraban; mira que hubo momentos en los que la honestidad se volvió en mi contra...
Hay tanta gente que me ha aportado luz y a la que tengo que agradecer todo lo que ahora soy que sería imposible enumerarlas a todas, porque tanto para bien como para mal, el aprendizaje debe ser una obligación a imponernos desde pequeños y no abandonarlo nunca, porque si esa ventana de la curiosidad y la necesidad de saber no la cerramos, las herramientas que vamos fabricando para salvaguardar nuestra estabilidad emocional estarán siempre ojo avizor para calmar cuando sea necesario, luchar cuando las circunstancias lo requieran, llorar cuando haga falta y reír siempre.
Creo que somos perfectamente capaces de formar nuestro esqueleto social, cultural, emocional y familiar a imagen y semejanza de lo que deseamos. Los deseos son perfectamente alcanzables y, cuando sentimos frustración por no conseguirlos, siempre debemos dejar un pequeño resquicio a la esperanza, porque si hoy no ha sido posible, mañana igual sí, y si nunca se consiguen, el camino recorrido en busca de lo que queremos es el mayor sueño realizado. La lucha constante por vivir dignamente debe ser nuestro horizonte inmediato. La satisfacción de seguir caminando, nuestra recompensa.
Hace unas semanas, después de meses en los que mi cabeza ha ido a 300 por hora, por fin vi culminado un deseo que burbujeaba en mi corazón y alimentaba mi alma. Era el deseo de unir en mi pueblo, ese rinconcino del Universo donde parece que el mundo se para para darme placer, a un gran número de personas que han vivido conmigo y yo con ellas unas horas que siempre permanecerán en mi corazón, porque sólo con la voluntad de unir, reír, disfrutar y hacer bien a mucha gente, todos hemos estado tan a gusto que ojalá la barita mágica hubiera parado el tiempo.
Es cierto que la motivación a la hora de organizar cosas debe ser potente porque con lo complicado que es poner de acuerdo al personal, o lo tienes muy claro o te vienes abajo a la primera de cambio. Pero siempre digo que yo me motivo cada mañana cuando abro los ojos y doy gracias por estar. Cuando vuelvo a dar las gracias en mi clase de yoga a la vida, a mi familia, mis amigos y a mi cuerpo serrano que me lleva de aquí para allá. Sintiendo que lo que pido se cumplirá; sintiendo que yo puedo hacer que se cumpla. Cuando dejamos en manos de los demás nuestra propia felicidad, siempre salimos mal parados, porque seguro que nunca se va a ajustar a lo que deseamos. Seguro que algo falta o sobra.
Y se abrió el telón. Las Queens Moms aparecen en el escenario y la alegría por vivir se despliega por toda la sala donde mi Santo, mis hijas, mi familia, mis amigos, mis vecinos observan con curiosidad ese ir y venir de 10 locas madres que al compás de la música vierten sobre todos los presentes entusiasmo por estar donde están y ser como son que contagia hasta el último espectador. Mil gracias mis Queens del alma!!
Y entre el público, esa Loren que ríe y disfruta sin saber lo que al día siguiente le esperaba. Todos los astros se alinearon para que fuera su día, para que todos disfrutáramos con su ilusión, con su felicidad, con esa emoción de sentirse querida por tanta gente. Por esa satisfacción de saber que tantos amigos y que toda su familia había hecho posible la consecución de uno de sus sueños. La motivación de la que antes os hablaba, en todo momento, fue imaginar la cara de mi hermana. Te quiero infinito Loren.
Y yo, en la calma ya de mi habitación, cuando todo había pasado, sentí que de nuevo mis tres faros siguen alumbrando mi caminar y compruebo que no sólo el mío, sino el de toda la gente que pudimos compartir la alegría de estar juntos. Y sí; los sueños se cumplen. No lo dudéis ni por un segundo....
INGREDIENTES:
2-3 carrilleras de cerdo o ternera (a vuestra elección)
1 pimiento verde grande
1 pimiento rojo grande
1 hoja de laurel
2-3 dientes de ajo
1 cebolla
1 litro y medio de caldo de verdura
Perejil
Pimienta negra recién molida
el caldo que sale de los pimientos asados
Medio vaso de vino blanco
2 tomates maduros
Sal
Aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN:
Ponemos a asar el día anterior o por la mañana los pimientos. Os recomiendo que una vez que vais a usar el horno, aprovechéis para asar más verduras o lo que os parezca. Es muy caro poner el horno para asar sólo dos pimientos.
Lavamos y quitamos impurezas de la carne. La cortamos en tacos pequeños. Ponemos en el recipiente donde vayamos a hacer nuestro arroz unas cuatro cucharadas de aceite y añadimos la carne. Dejamos que sofría un poco.
Cortamos la cebolla en pequeño y los ajos en láminas finas (dejamos reservado un ajo).
Cuando la carne empiece a dorar, la sacamos, reservamos y ponemos en la cazuela la cebolla y el ajo para que se vayan haciendo. Cuando transparente, añadimos los tomates rallados y rehogamos un poco.
Mientras, vamos haciendo un majo con el ajo, el perejil, la pimienta, la sal y la hoja de laurel. Machacamos bien y añadimos el vino.
Cuando el sofrito esté listo, añadimos la carne y echamos el majo. Damos vueltas para que se mezclen todos los sabores y al empezar a hervir de nuevo, echamos 400 gramos de arroz y rehogamos. Seguidamente añadimos el caldo que deberá estar caliente, removemos y volcamos el jugo que han soltado los pimientos asados.
Dejamos de 15 a 20 minutos el arroz y cuando queden unos minutos para retirar, le añadimos los pimientos asados cortados en tiras (previamente le habremos quitado la piel).
Deberá quedar un arroz meloso con un poco de caldo.
Muy bueno, de verdad!!.
2 momentos de ese bonito fin de semana que quiero compartir con vosotros.
MI LOREN
MIS QUEENS
Y MIS GRACIAS INFINITAS A TODOS LOS QUE CON SU PRESENCIA, ENTUSIASMO, ALEGRÍA Y APORTACIÓN CONSIGUIERON QUE PASÁRAMOS UN FIN DE SEMANA MEMORABLE.
Gracias querida, nunca podré agradecerte el día que por tí y entre todos, me regalasteis. Una vez más, doy gracias a la vida por tenerte cera de mi y por todontología lo que me ofrece cada día. Gracias
ResponderEliminarLos sueños se cumplen...si se persiguen!! Ha sido un inmenso placer formar parte de tus sueños.
ResponderEliminarQué completa eres felicidad y alegria trasmite a las personas que están a lado
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