GAZPACHO DE INVIERNO MACHACAO DE CABEZA LA VACA

EL fin de semana del día 3 de febrero ocurrieron dos acontecimientos altamente importantes y relevantes en nuestro país: la entrega de los Goya y la celebración del Centenario del PSOE en mi pueblo, en Cabeza la Vaca.... jajajaja!!!

No pude ver la Gala de los Goya (estaba currando en el otro "evento") pero, claro está, nadie en este país ha dejado de ver a Rosalía cantando una canción de los Chunguitos que todos los de mi generación nos sabemos de memoria. Todos la hemos cantado, bailado y hasta hemos llorado con ella en esa época en que  el despertar a la vida con un montón de vivencias que van lógicamente parejas al crecimiento como persona, nos mostró que un pequeño pueblo del sur de Badajoz, poco o nada tenía que ver con los arrabales de una gran ciudad. En Cabeza la Vaca lo malo llega pronto y lo bueno se deja desear. Y cuando lo malo llegó, como en casi cualquier lugar del mundo,  lo abrazaron los más débiles; los que la posibilidad de cambiar, poco o nada les importaba porque su mundo se erigió en torno a un pañuelo manchado de heroína.

Cuando empiezas a darte cuenta de cómo es  la vida, de que es más importante para ti la frustración del que sufre más que tu propia frustración, hacedme caso, esa energía positiva hay que transformarla como sea en hacer algo por ellos. Al menos, en el respeto y comprensión hacia los que creemos más indefensos. Cada cual deberá canalizar esa fuerza como buenamente le apetezca y considere oportuno, pero si se desperdicia en la lógica comodidad del que vive bien, siempre tendremos la sensación de haber pasado por esta vida sin pena ni gloria. 

Nuestra vida puede ser muy agradable, hermosa, fantástica y fructífera, pero si las de tu gente no coincide con la tuya, si las de tu entorno no coincide con la tuya, si la de tus hijos va a ser peor que la tuya, canaliza de alguna manera esa fuerza y necesidad de hacer un mundo mejor hacia algún sitio. No lo dejes escondido en el trastero de tu casa.

Pues bien, una estrofa de la canción a la que me estoy refiriendo, dice: "SI ME DAS A ELEGIR, ENTRE TÚ Y MIS IDEAS, QUE YO SIN ELLAS, SOY UN HOMBRE PERDIDO, AY AMOR!, ME QUEDO CONTIGO!!!"... 

Ufff!!!. No la escuchaba desde hacía mucho tiempo, y cuando, mirando a esta niña, a Rosalía que, oye!, las cosas como son, lo hizo muy requetebién, mis lágrimas brotaron a borbotones. Pensé que, efectivamente, una persona sin sus ideas, es una persona perdida. Yo sin mis cimientos, sin la educación que recibí de mis padres, sin las experiencias que la vida ha puesto a mi disposición, sin las ideas socialistas que defiendo, sería un ser perdido en medio de la nada y en busca de motivos quizás absurdos para vivir. 

Ese fin de semana en mi pueblo, en el cachino de tierra que más placeres me proporciona, con mi gente, con mis amigos, mis vecinos y con mis compañeros socialistas, he tenido la oportunidad de recordar con ellos a esas personas que nunca se conformaron con defender sólo sus intereses sino que arriesgaron su vida por los demás; he tenido la oportunidad de demostrarme que cuando se quiere se puede. Me he emocionado con la emoción de quienes han tenido la oportunidad de que todos les reconociéramos el trabajo y entrega a sus vecinos. He constatado, una vez más ante mis hijas, que debo reconocer que son las únicas personas a las que siento que tengo que dar explicaciones, que el buen hacer se transmite cuando los sentimientos son sinceros. 

Compartir, compartir y compartir!!!. Quienes seguís mis escritos, sabéis que es una máxima en mi vida. Si no tenemos capacidad de compartir todo lo que la vida nos ofrece, seguiremos en una ostra que, por narices, acabará llena de moho...

En el acto que organizamos la Agrupación Local del PSOE en Cabeza la Vaca tuvimos la suerte de contar con personalidades que hicieron del mismo un encuentro con cierta entidad y proyección. Pero los momentos que yo viví con la gente que poco a poco iba disfrutando de un gran puzzle que supimos encajar "casi" a la perfección, se quedarán siempre para mi y para quienes pudieron y supieron compartir conmigo ese fluir de emociones que hacían que la alegría compitiera en igualdad de condiciones con esas lágrimas traicioneras que asomaban a nuestros ojos y en algunos momentos casi nos dejaron sin voz.

Quien no es capaz de compartir la alegría, tampoco podrá nunca compartir la tristeza. Y si caminamos solos, sin que nadie comparta nuestra alegría o nuestra tristeza, el vacío será  inmenso y la soledad humillante y voraz. Y como no; hubo gente que rechazó la invitación expresa a compartir esos momentos de agradecimiento a compañeros, vecinos y amigos del pueblo. Y de entrada, yo sentí cierta frustración y coraje. Pero con el paso de los días, debo confesaros que siento un poco de tristeza por ellos. Por todas aquellas personas que por apariencias o por rencor y no por cimientos e "ideas", esas ideas de las que hablaban los Chunguitos en su hermosa canción, no asistieron a un acto amigo cuya única intención fue agradecer y compartir.

Los votos, cada uno deposita en la urna el que considera oportuno. Pero si el voto sólo se usa para defender tu vida y tu culo, siempre será un voto perdido. Porque cuando el voto defiende el interés de la gran mayoría, es cuando más se ha prosperado y avanzado en derechos en este nuestro "complicado" país, en este mi, a veces, complicado pueblo.

Y termino con una frase de uno de los intervinientes en la celebración de nuestro Centenario: "La unión de ilusión y organización es un tandem indestructible". Dicha por un histórico del PSOE de mi pueblo, Paco Fuentes. Mi leitmotiv siempre ha sido esa...


INGREDIENTES:

Tomates maduros (si son de cuelga de los del verano, mejor)
Miga de pan del día anterior
1-2 ajos
1 bola roja (pimiento rojo)
Aceite de oliva virgen
Vinagre
Sal
Cilantro
Pepino (opcional. Yo no lo he usado)

PREPARACIÓN:

Si tenemos una cazuela de palo o donde podamos majar sin miedo a romperla, usamos esa para la preparación y para el emplatado.

Yo emplaté en una fuente de barro así que majé, poco a poco, en mi majo.

Machacamos bien los ajos con la sal y vamos añadiendo el pimiento en trozos. Cuando todo está bien triturado, añadimos poco a poco el pan y los tomates. No es necesario que el tomate quede totalmente machacado. Es agradable encontrarse los tropezones.

Cuando todo estaba triturado, lo volqué en la fuente donde lo serví y lo aliñé con sal, aceite y vinagre. Remueves un poco y echas agua hasta cubrir.

Si queréis, podéis añadirle pellizcos de pan.

El cilantro se pica muy bien y se echa por encima.

A comer!!. Un majar de dioses.... jajajaj!!!....

LOS CHUNGUITOS

ROSALÍA