jueves, 17 de febrero de 2022

PERRUNILLAS DE MI MADRE

 



Las hice el otro día. Salieron buenas, muy buenas para ser la primera vez que las hacía y para ser bastante mala repostera como soy


"A veces, quizás demasiadas veces, al desatar el nudo en el que me envuelve Morfeo cada noche, cuando la luz de un nuevo amanecer traspasa los agujeritos de la persiana de mi habitación, una sensación extraña se va apoderando de mi cuerpo poco a poco hasta llegar al corazón que palpita más rápido de lo normal  dando orden al cerebro de que hay que despertar. Sí, mi cuerpo es así, el corazón es el que manda, no el cerebro.

En pocos segundos analizo ese sentimiento extraño, como de vacío, un sentimiento que no es agradable. Una sensación que me produce rechazo. Me resisto a asemejarlo a la pena. Tampoco quiero que sea tristeza. Tal vez es desazón, inquietud, miedo o extrañeza. O tal vez es la unión de todas esas emociones.

La pereza, a esta invitada sí la conozco, quiere adueñarse de mí, me fuerza a permanecer en la cama, me obliga a atenderla con buenas formas, nada de hacerle ver que no es bienvenida. Y en esos segundos en los que todas estas sensaciones dan vueltas por el dormitorio, me resulta imposible no analizar todo aquello que no me gusta del día de hoy, o del día de ayer, o también, por qué no, del día de hace ya  muchos días porque algo quedó entonces en la trastienda que sigue apareciendo hoy. 

Pensar en los gestos que hayan podido enfadar a los demás resulta tan agotador como pensar en los gestos de los demás que a ti te han enfadado. Esa advertencia a tus hijos que ellos toman como regañina, el enfado de una amiga porque no le ha gustado tu comentario, tu pareja que te siente más arisca e inmersa en tus propios sentimientos... Mi corazón los analiza desde mi perspectiva y desde la perspectiva del otro, ¡¡menudo trabajo!!. Siente el dolor que me causan y el dolor que puedo causar. Siente la antipatía que puedo despertar y la que despiertan en mi. Mi corazón se vuelve totalmente adolescente. De nuevo acechan los por qué que parecían dormidos. De nuevo buscas razones donde la razón no debiera existir. De nuevo buscas apoyo quizás en el sitio equivocado. De nuevo buscas refugio donde no te lo quieren dar. Y los reproches se convierten en una losa que pesa demasiado. 

Antes, cuando la conversación en profundidad era nuestra manera de expresarnos, creo que acechaban menos esas sombras oscuras que tanto miedo dan. Antes, cuando los malos entendidos los conversábamos hasta la saciedad, la luz entraba como un torrente de buenas energías. Antes, todo era más fácil.

Pero, ¿cuándo era antes?. ¿Desde cuándo el ahora ha llenado de mensajes de no más de 140 caracteres nuestros móviles y muestras vidas?.

Sentir que no se es comprendido está en el bombo de las bolas igual que lo contrario. Y la inquietud. Pero también la calma. El bombo de la suerte alberga todas las vías por las que llegar a ser feliz, pero también las que te llevan a la infelicidad. Depende de las vueltas que le demos caerá la bola a tu favor o en contra.

Pero, ¿hay que entregarlo todo a la suerte?. 

Justo en ese momento despierto del duermevelas que me ha retenido pegada a las sábanas tan sólo por unos minutos. Unos minutos que han parecido horas. Porque pensar mucho es una virtud y también un defecto. Porque todo, en su justa medida, es necesario. Pero qué difícil es encontrar esa medida tan justa que nos haga ser exitosos y agradables. A día de hoy, todavía no me he encontrado con nadie que esté en el podium de la estabilidad emocional".

        ..................................x....................................


Dejo a vuestro criterio pensar que lo que acabo de escribir es verdad o fruto de la imaginación de una persona que  empatiza  con quienes deben acudir a terapias de psicólogos o psiquiatras. 

Afortunadamente, en estos tiempos se habla mucho y con mucha comprensión de las personas que padecen ansiedad, depresión o enfermedades mentales. Se está normalizando acudir a terapias que ayuden a sobrellevar estas circunstancias y también se insta a las administraciones a que les ayuden y apoyen con políticas comprometidas y eficaces. 

Debe ser terrible sentir día tras día esos miedos que paralizan y esa tristeza que te alejan de los demás. Debe ser horrible no tener fuerzas para enfrentarte al día a día. Debe ser desolador no encontrar recursos para seguir viviendo. Todos pasamos por momentos duros en los que nuestro castillo de naipes se nos derrumba. Creerse que nosotros sufrimos más que el de enfrente es un error que todos comentemos. Pero si tenemos la capacidad de meditar sobre estas cosas, estaremos más abiertos y dispuestos a entendernos. Al fin y al cabo es lo que necesitamos. Sentirnos miembro importante y necesario del rebaño. Me enternecen mucho las ovejas siempre juntas, apelotonadas, sin abandonar a nadie en el camino. Al sol de primavera o a la sombra de una pared en verano. Debajo de la lluvia o dándose calor en los amaneceres helados.


INGREDIENTES:


1/2 KILO DE MANTECA DE CERDO IBÉRICO

1/4 DE AZÚCAR

3-4 HUEVOS (LA CLARA PARA ENCIMA DE LAS PERRUNILLAS Y LAS YEMAS PARA LA MASA)

4-5 CLAVOS MACHACADOS

AGUARDIENTE O ANÍS (UNA COPA)

HARINA (LA QUE ADMITA)


ELABORACIÓN:


Deshacer la manteca y en un baño, añadirle las yemas de los huevos y una clara. Remover y sumar el azúcar, el aguardiente y los clavos machacados. Incorporar la harina poco a poco y amasar bien hasta que la masa quede blanda pero que no se pegue a las manos.

Coger un trozo de masa, hacer una bola que aplastaremos hasta convertir en un rombo. En el centro le hacemos una hendidura (sin traspasar la masa) donde pondremos la clara a punto de nieve por encima. Espolvorear un poco de azúcar sobre la clara.

Al horno a 180 grados durante unos 40 minutos. Ir observando para que no se quemen y hasta que queden doradas.




4 comentarios:

  1. Qué bonito todo lo que has escrito. Empatizo mucho contigo. Y es normal sentir desazón en este mundo en el que vivimos. Te quiero mucho, amiga mia

    ResponderEliminar
  2. Solo espero ser oveja de tu rebaño!!

    ResponderEliminar
  3. Yo ya sabía que en tu cuerpo el primero en actuar es el corazón. No cambies nunca, si has llegado a ser ese pedazo de persona, con tus inquietudes y dolores, será porque de ninguna otra forma se podrá llegar ahí. Besos...

    ResponderEliminar
  4. Te has atrevido con las perrunillas!!!
    Hacer dulces es una buena terapia para alejar algunos pensamientos...

    ResponderEliminar